Otros pueblos Mediterráneos del mundo antiguoAl tiempo y en el Mediterráneo otros pueblos (fenicios ,cretenses, griegos, etruscos, romanos, cartagineses y demás países ribereños) desarrollaban sus flotas mercantes y de guerra.
En principio, los buques mercantes fueron mixtos y comenzaron a llevar a bordo hombres de armas y bastantes remeros para huir de los piratas, que comenzaban a aparecer por los mares, y a abordar esos buques mercantes para hacerse con su valiosa carga. Posteriormente y viendo que cada vez se necesitaban más soldados para combatir a bordo circunstancia que restaba espacio para la carga, se comenzaron a construir buques de guerra para combatir y perseguir a los piratas y para defenderse de los buques de países hostiles. Como en toda nueva tecnología los buques de guerra comenzaron a llevar un armamento cada vez más sofisticado, los arqueros comenzaron a usar flechas incendiarias, los buques de guerra fueron dotados de espolones, los griegos inventaron el famoso fuego griego y cada país fue ideando nuevas armas para hundir a los buques enemigos. También y ante el peligro de invasiones por mar se construyeron fortalezas en puntos estratégicos desde las cuales con ayuda de catapultas se lanzabas fardos incendiados sobre los buques atacantes.
En la foto vemos el relieve de una nave fenicia

Las batallas navales comenzaron a ser frecuentes y la lucha por el dominio del mar era ya un hecho cierto.
Salamina, Actium, Ecnome fueron batallas navales importantes que cambiaron el curso de la historia.
En la primera los griegos derrotaron a los Persas en una batalla que fue la consecuencia de la derrota de Darío en Maratón, al querer el rey persa Jerjes vengar dicha derrota invadiendo Grecia.
Una imagen de una triera griega

La segunda, librada por las naves de Octavio contra Marco Antonio y Cleopatra marcó el comienzo de la expansión del imperio romano.
La tercera, no fue menos importante pues en ella los romanos vencieron a los cartagineses, la victoria sirvió para que Roma consiguiera la supremacía naval que serviría para poder llevar a Cartago a las legiones que derrotarían definitivamente a los cartagineses.
Una imagen de birreme romana

Para entonces el fuego y el espolón eran los medios más eficaces de hundir una nave enemiga si no se podía abordar y tomar, cosa que por lo general era prácticamente imposible porque durante el combate se vertían sobre la cubierta teas ardiendo o los cuencos que contenían el fuego que de diferentes formas se lanzaba contra el buque enemigo (flechas y posiblemente pequeñas catapultas).
De cualquier forma los incendios como acción de guerra eran normales en aquellos tiempos del mismo modo que los hundimientos por la acción del espolón, las peleas a bordo eran encarnizadas y al que perdía le esperaba un futuro poco halagüeño, la esclavitud o la muerte.
Al margen de todo ello y como ya hemos comentado, los materiales usados en la construcción de los antiguos buques, (madera, lonas, cuerdas, etc.) eran por si solos un agente favorecedor de cualquier incendio a bordo y las luces que todo buque debía llevar, para ver en las maniobras o trabajos a bordo, con poca luz, estaban constituidas por teas, fanales o faroles, todas ellas alimentadas por algún producto graso, (aceite, grasa animal, petróleo, etc.) en el que se introducía alguna mecha que alimentada por el citado combustible, mantenía una llama encendida durante un tiempo que, dependía de los deseos de los tripulantes o de la cantidad de combustible que la improvisada lámpara podía contener.
Como se puede ver, ya tenemos dos de los tres lados del triángulo de fuego que comentamos más arriba, (combustible y calor) el tercero, (oxigeno) esta en el aire que nos rodea, solo queda que por una circunstancia desgraciada se unan y ya tenemos el incendio.
Es sencillo pensar, que en determinados momentos de mala mar, un buque se incendiara al caer sobre una cubierta parte del contenido de un farol o el mismo farol y se iniciase el tan temido incendio, si tenemos en cuenta que los medios para extinguir el mismo eran muy primitivos y el proceso era lento, (lanzar cubos por la borda, si los había, para llenarlos de agua y echarlo al fuego) además de la escasa preparación para afrontar una situación tan complicada, uno se puede imaginar el gran drama de aquellos navegantes que, para salvarse del fuego, debían lanzarse al mar y esperar que apareciese alguna tabla o resto que flotase y les sirviera de improvisado salvavidas, aún así y por entonces al igual que en cualquier naufragio por otras causas, la supervivencia en alta mar se tornaba casi imposible.
Se ha tomado como ejemplo las civilizaciones mediterráneas, porque la historia tiene abundantes referencias al respecto y porque en otras latitudes las cosas en cuanto a barcos e incendios y salvo algunas diferencias eran similares.
(continuaremos)